24 de abr. de 2010

OIA

El turismo en Oia


Xabier Garrido Carrera


Resultará increíble que un Concello con 22 Km. de rica costa, una sierra, A Groba, con cuatrocientas estaciones arqueológicas descubiertas hasta ahora y que es famosa por sus carnes, lindante con los visitados concellos de Baiona, O Rosal, Tomiño, a diez minutos del Monte Tegra en A Guarda y de nuestro fronterizo río Miño, resultará increíble, afirmo, que el turismo no se gestione en su justa medida.Nuestro alcalde, al poco de salir elegido, montó un bar en el bajo de su casa, el concejal de Obras tiene otro (es más fácil encontrarlos allí que en el ayuntamiento), el concejal de Turismo tiene un pub. Pues los pocos turistas que pasan por Oia se van con una impresión deplorable. Este año, con el fomento del Camino Xacobeo Pola Costa, el número de visitantes fuera de temporada alta se multiplicó por cien, sin ir más lejos, el fin de semana pasado pudimos ver un numeroso grupo de peregrinos, que casi alcanzaba los doscientos, recorrer el camino, mal señalizado (aún no hay una sola concha de las muchas prometidas), y aquí sobran pedreiros para hacer mojones de granito para adornar e indicar la senda.Estos caminantes pasaron delante de varias escombreras, entre ellas justo en el mirador que hay a la entrada del pueblo, una muy grande donde el ayuntamiento, a pesar de haber sido ya denunciado, echa los restos de sus obras y sus podas.El albergue de peregrinos está sin acabar. El ayuntamiento edita un folleto del camino y entre los muchos fallos resalta que indica el Puente sobre el Río Broi, como un lugar a visitar, un puente que se llevaron las riadas hace cinco años, (el que realizó y los que supervisan el folleto, o no conocían Oia actualmente o copiaron de una guía anterior). Nuestro famoso BIC (Bien de Interés Cultural), el monasterio, continúa en estado ruinoso y por lo tanto sin poder visitarse, hay más basura alrededor de los contenedores que dentro de ellos, no existe un solo cartel indicativo de la situación de nuestros famosos y abundantes petroglifos.Con este panorama ya pasamos Semana Santa y afrontaremos el verano. Los turistas de Oia no se podrán llevar ni lotería, ya que hasta el único sitio donde se podía sellar una primitiva cerró (llevamos seis años sellando en los concellos limítrofes). Con este grupo de políticos, los viajeros sólo pueden pasear por los caminos de un lado a otro. Menuda quiniela que nos tocó.Sirva esta carta de llamada de atención para los empresarios de hostelería. Hay que ponerse las pilas de aquí al verano, no contéis con el Concello, no están capacitados y lo que es aún peor, son tan prepotentes que a pesar de contar con numerosas personas que les podrían ayudar no cuentan con ellas. Oia existe.


Fuente: FARO DE VIGO

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