1 de out. de 2025

OPINIÓN

SON MUY MALAS PERSONAS, ESAS QUE RÍEN Y APORREAN MESAS EN UN MINUTO DE SILENCIO POR LOS ASESINADOS EN GAZA 

  Me han hecho salir de mis oraciones 




Manuel Vázquez de la Cruz

 Hay personas a las que se les escucha decir, y escribir, que gobernantes de España elegidos por el pueblo, en muchos casos contra golpistas de siempre, van a romper todas las instituciones y convertir nuestra democracia - muy mejorable, por las imposiciones que impusieron los suyos (monarquía incluida) -, en una dictadura. 

 Uno los lee - gracias a dios no los escucha -, y entiende que son ellos, justamente los que acusan, los que si pudieran, volverían atrás muchos años. 

 Ayer pude leer en una red social que Pedro Sánchez nos llevaba a una dictadura. 

 Pensé que para llegar a ese nivel hace falta tener poco cerebro o muy lavado. Da pena pensar que se pueda leer algo así. Da miedo pensar lo que volverían a hacer si pudieran. 

 Y si se piensa mucho es más maligno porque parece que Trump tan lejano, tan cambiante y tan ridículo está haciendo escuela hasta en la esquina verde de Europa y a orillas del Miño. 

 Uno tiene la casi certeza que los que acusan a los demás de querer ir contra la democracia son los que desean la dictadura, pero de los suyos. O sea muy cercana, o dentro del fascismo puro y duro. Español, “por supuesto” (¿les suena?); y las “paguitas” tan denostadas ahora, quizás porque no las tienen asesinos o parientes cercanos, se volverían a convertir en pagazas. 

 Quizás había que empezar a decir los nombres y puede que se haya respetado demasiado a algunos por no querer herir a familiares, o porque la transición fue como fue: un alarde de generosidad de los que creemos en la democracia y deseábamos la convivencia en paz.

 Yo hoy no la apoyaría. 

 Que Sánchez, o cualquier persona de izquierdas, pretenda un golpe de Estado y constituir una dictadura es absolutamente imposible. Sobre todo porque ningún partido de izquierdas en España lo desea. Y sin haberlo votado nunca estoy seguro que el actual presidente del Gobierno de España nunca podría, ni querría ser dictador. Eso es de la "cultura" de los otros. 

 De los que lo acusan, de que lo va a hacer un presidente, insultándolo a él y a sus votantes españoles (aunque ellos no los consideren tales), sin ninguna duda, y lo dicen y redicen, para tratar de querer y propiciar la suya, su dictadura. Históricamente es un tema manido. Tan manido que ya no vale. 

 Incluso lo saben el señor Abascal y el señor Feijóo que se han instalado en la mentira, el insulto, en llamar corruptos manifiestos a los otros, cuando los mayores, los peores, los probados y comprobados, son ellos y los suyos. 

 Escribo primero Abascal porque parece que ya manda mas que el otro..., pero de mayo para abril. 

 Eso, la mentira, la bronca, y la palabra mas repetida es dimisión. Joder qué tropa y qué inteligencia, pero ese es el camino del golpe de estado que pretende la derecha rancia española. No creo que sea toda. Si no lo es, ya es hora de que se la vea y escuche. 

 Pensé, y así os lo dije, dejar de escribir en este foro, un tiempo, pero ayer apareció una foto, en un lugar que parecía una taberna pero era un Parlamento, y en aquel lugar unos diputados de Vox entre risas macarras aporreaban mesas durante un minuto de silencio por los muertos de Gaza. 

 Un espectáculo de grosería y de falta de humanidad. Allí, en aquella imagen, estaban también los miles de españoles asesinados por la gentuza que aplaudía y reía.

 Aquello que pudimos ver todos, como en un instante, fue todo el franquismo: bestialidad y mentira. 

 Aquellos veinticinco años de paz de Fraga Iribarne, con cientos de miles personas asesinadas, torturadas, muchas muertas en la hambruna y una guerra dos años antes en Ifni, donde murieron españoles, y mi amigo Jesús Cañedo quedó paralitico para siempre. 

 Eso fueron y aún siguieron mas años, y aún siguen algunos denostando a los otros que no son como ellos y mintiendo. No, quizás porque no pueden dar un golpe de estado tan sangriento como aquel, ahora lo buscan a través de medios o jueces muy afines, muy parecidos al bufón que manda en el Imperio, a la que UE y el mundo parecen estar sometidos.

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