11 de feb. de 2025

OPINIÓN

PALESTINA EN EL CORAZÓN ES MI ALDEA (II)

 

Manuel Vázquez de la Cruz

DE RIBADELOURO Y DE PALESTINA

 Soy palestino de aquella aldea que parecía lejana desde donde yo vivía y está a miles de kilómetros de aquel país. Era silenciosa, oscura, y justo donde terminaba y termina, había una vieja casona con un balcón desde donde se veían y adivinaban paisajes lejanos. Debajo de una parra, en el huerto de la casa, mozas jóvenes cosían y se movían como mariposas. Aprendían corte y confección pero llegado el caso cogían un azadón y a sachar el maíz del campo cercano. 

 Cuando se acercaba el 25 de julio a mí se me antojaba que el taller era una especie de portal de Belén, al que por viejos caminos iban llegando mujeres de todas las edades para hacerse un vestido para la Magdalena. Es bonito ver cómo llegan porque de algo han tenido que privarse, con lo poco que tienen, porque quieren estar guapas el día de su fiesta. Escuché que decía doña Nemesia, la maestra, una mujer buena. Me quedaron aquellas palabras grabadas para siempre. A su lado estaba mi amiga Menena, una niña preciosa de enormes trenzas. 

 La madre hablaba de la vida, de como con muy poco se pueden vivir preciosos momentos. Y hoy yo pienso que mis amigos y amigas palestinas tendrían esos momentos, si el resto del mundo, casi completo, no les hubiera robado sus tierras para crear Israel y pagar así los crímenes cometidos por los nazis.  

 ¿Por qué no expulsaron a los bávaros y montaron allí el Estado de Israel? Coñas y mentiras bíblicas aparte, sería lo lógico y natural. 

 La directora de aquel taller de mi aldea, se llamaba Mucha. Era mi prima. Ha fallecido hace años. También andaban Carmen Feixoeira y Solmiriña, un nombre tan bonito es dificil de olvidar, y recuerdo a Carmen Fuego.

 Mucha era una mujer hermosa que sonreía siempre. El gesto de su sonreír era tan bello que yo no creo que exista otro que se le pueda comparar.

 Era en ella la expresión de la bondad. Ella era la misma bondad.

 Ahora mismo, en el más allá, está su sonrisa. Pensé el día que ella murió, y hace poco, en los caminos. Dentro de mí sigue radiante, buena, alegre, sencilla, cariñosa, comprensiva. Mi prima se llamaba Mucha Rodríguez Vázquez.

 Ella hoy también querría ser palestina.

 Pero he vuelto a su taller y en mi recuerdo he visto como llegaban las mujeres de todas las edades a hacerse sus vestidos. He sentido otra vez que el mundo puede ser hermoso. Lo era en aquel rincón al lado del Calvario de la Magdalena, de Ribadelouro. 

 Me he sentido militante contra la maldad del dúo y sus secuaces, porque Hitler ha resucitado, y o el mundo los para o va derecho a una enorme catástrofe. Todos nosotros también.

 En el burdel que Trump cree que es su mundo en propiedad, ha entrado él de la mano del otro, y las cabezas locas de los dos. Y pueden decir ordenando: aquellos de aquel lugar, o rincón, o región, tienen que marchar de allí. Como están haciendo en Gaza.

 Primero, quizás propiciaron un acto terrorista (recordemos El Maine y mas), después mataron a miles, para terminar echándolos sin piedad de sus tierras y gritarles mientras los hieren y torturan.

- Como vuelvas ni Dios te salva.

 Nunca dicen que tienen el mismo Dios.

 Y el mundo, el otro mundo, idiotizado, no se sabe si mira para otro lado, o mira pero no ve. No quiere ver. Como cuando Hitler entró en Checoslovaquia o mandó armas contra nuestra República. Armas que cobró él y siguieron cobrando los de la Alemania llamada libre, en cuantiosas cantidades hasta muy entrados los años cincuenta del siglo pasado.

 Todo el mundo civilizado sabía como en la Alemania nazi se asesinaba, quemaba, experimentaba técnicas inhumanas con personas, había campos de concentración y todo era un horror.

 Pero parecía que no iba con ellos.

 Aunque todos, de cerca o de lejos lo sabían, pero como ahora, en ese instante, miraron para otro lado. Es más, el gobierno de Franco propició que a esos campos de exterminio llegaran españoles y este individuo mandó una división, entre otras lindezas, a combatir a favor del terror nazi.

 Es curioso que ahora un vago redomado, ridículo y de pocas luces, si le quitan las cuatro palabras que maneja, seguidor del general, sea hoy de Trump y muy sionista. Algunos sirven para todo. Y otros callan y otorgan. 

 Murieron miles de personas de muchas naciones, pero los semitas judíos quizás fueron los que más aportaron a la lista. Esos semitas judíos persiguen ahora a semitas palestinos con los mismos métodos de Hitler, y yo creo que llegado el caso harán lo mismo con los mil razas de mi aldea - tampoco somos pueblo elegido -, y a otros habitantes del mundo que no quieren enterarse.

 Ves en la TV de un bar como se mata a un pueblo entero, a niños, mujeres,...Y ves que en muy pocas caras hay expresiones de pena, y menos aún, protestas.

 Están matando a un pueblo entero, apropiándose de sus tierras, destruyendo sus casas y se está viendo en directo pero,..., no son los suyos. Quizás algún día llegarán a por ellos y los suyos.

Entonces...

(Continuará)

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