OPINIÓN

EMPEZÓ CON PENA   

  

Manuel Vázquez de la Cruz    

 Llegó de la aldea, que yo tengo por mía, la noticia de que querían dejar a un río sin riberas. El río de mi adolescencia y la ribera más hermosa del Camino de Santiago  Portugués.    

 Y escribí de mis quereres. Con ellos llegaron los recuerdos y también cientos de aldeas y personas que me contaron historias del común. Sentí necesidad de rendirles un recuerdo. Todos me dieron mucho por lo que todo lo escrito queda en un Muy agradecido, amigos de mis montañas, valles y aldeas.    

 La narración es vuestra.    

 Las opiniones son mías, los poemas de quienes los firman. La historia de Javier Joaquín Alonso Molto, hijo y nieto de asesinados, residente en Argentina,  que cuenta su emoción al ver el monumento da Volta da Moura,  representó una enorme recompensa para todos los que anduvimos en la construcción del recuerdo.     

 De Nino Pereira el sentimiento, de mi hermano Ángel la añoranza de un carballo río abajo y el Morito ladrando en la alameda, de Yolanda de Nemesio la información primera, de mi hermana Marita su ánimo constante...    

 De mi mujer - María Teresa- el todo es ella.    

 A Maru, desde su México querido y sin salir de allí, la elegí para ser mi médium en un puente medieval y escuchar lo que decía el aldeano a sabiendas de que ella no podía escuchar pero yo sentiría algo de su sensibilidad y haría más emotivo mi escrito, al estar ella en mi “cabeciña”, del piloto de guerra en dos horrendas,  de sus  varios nombres en pasaportes y sobre todo del que sigue viviendo en un árbol enorme y precioso cerca de una aldea de la tierra que quiso.    

 Su nieta Marie o Marieriña (para mí y para el piloto) pone flores silvestres a su sombra todos los 14 de abril.    

 Y el libro puede hacerse raro porque delante de cada capítulo están escritas cosas del momento o no, opiniones o poemas, escritos de aflicción o de delicia, amores y desamores, actos sencillos de seres buenos y asesinatos horrendos de personas de múltiples condiciones que tenían  en  común el  querer un mundo mejor.     

 Quiere ser la vida misma y recordar crudamente las tragedias que se vivieron aquí, en nuestro entorno y más allá,  y el deseo de que nunca más vuelva pasar nada parecido en ninguna parte del mundo.    

 Es, o pretende ser, una defensa del medio ambiente, de la tierra, de las plantas y del cielo, porque en todo ello nos va la vida y es vida.    

 Es, o pretende ser, una llamada a la ordenación del territorio para que ecologías y crecimientos se equilibren y sean desarrollo.    

 También quiere ser una denuncia pública contra los que destruyen viejas rúas, atrios de iglesias y dan consentimiento para derruir una casa con una enorme galería. Más claro y concreto, rúa Nova de Tui, atrio de la iglesia de A Guía y casa de Patazumba.    

 En estas,  hay muchas, queda en el lugar que le corresponde el organismo llamado Patrimonio. Y en el caso concreto da “Rúa Nova” el PP, Partido Popular con su,  en ese caso,  manifiesto desprecio a la historia de la ciudad de Tui.    

 Es, o pretende ser, un NO A LA GUERRA de un hombre del común desde la Esquina Verde de Europa.