PATRIMONIO
COLEGIO APÓSTOL SANTIAGO, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, EN CAMPOSANCOS
Colegio Apóstol Santiago, de A Pasaxe (Camposancos)
Fotos: Laxe Grande
La
casa y finca de Camposancos, del Sr. Domingo Español, tiene
fecha de 1840; pero su conformación definitiva se prolongará
hasta 1881-1882. Las primeras obras de ampliación y
acondicionamiento comenzaron en 1875, de ahí que faltase un
plan unitario del conjunto. Se trata de un edificio eclético,
aunque adusto, donde aparecen elementos ornamentales neomedievales
(almenado en las tres torres que recuerda, por ejemplo, al castillo de
Manzaneque y otros); puertas de factura neogótica en los
pasillos interiores y en determinadas ventanas exteriores;
canecillos simetrizados en madera y también pétreos y/o óculos
en la torre central). Es notorio, como bien expresan las
fotografías, su estado de ruina y abandono actual. La
propiedad, a lo que parece, es de los Padres Jesuitas. La última dirección era C/ Sanjurjo Badía, n° 79 (36207) - Vigo.
Las coordenadas del lugar son:
N 41° 53’ 19.2444”
W 8° 51’ 3.9276”
La
parcela, de 14.395 m2, 495 metros de perímetro murario e
3.990 m2 construidos, constituye una suma de agregados que
solamente permite visualizar la fachada simétrica, horizontalista, de
50 metros e longitud. El primer patio, de tres, será
perimetralizado por 3 cuerpos de 108 metros. Este patio tiene
un área de 250 m2. El segundo patio tiene 370 m2; por fin,
el tercer patio de alumnos, más largo, ofrece unos 1.730 m2
de superficie. Desde la fachada, este colegio se va conformando
en ascendente; primeramente con la casa-almacén (1875). Dándose
por acabado entre 1877-78, faltan por hacer la capilla y la
enfermería. En 1879 se culminan la capilla pública, el salón
de actos y el patio grande. Ya el 8 de diciembre de 1879
se dan por concluidos la capilla doméstica y la casa de los seminaristas.
Finalmente, entre los años de 1879-1882 se ultiman herrería,
panadería, observatorio y museo, sala de juegos, nuevo patio de
alumnos y cobertizo, además de una ampliación de cuartos. Los
materiales constructivos en mampuesto o ladrillo para las
crujías, se complementan con las sujecciones horizontales de vigas.
Las dependencias interiores contienen elementos propios de la funcionalidad de
un colegio: corredores, cuartos, escaleras y patios; si bien detectamos
singularidades: azulejos de factura simetrizante y no figurativos;
capialzado de los vanos a base de ladrillos;marcos variados de puertas y
ventanas (con sus elementos horizontales - travesaños- y verticales -
montantes-, paneles, banderas). Marcos que crean un contraste cromático
con las paredes y techos de sus corredores (techos enyesados de blanco
que esconden atabicados y vigas). Asimismo, pavimentos a base de
tableados. Al exterior, recercado pictóricos o de moldura lineal en las
ventanas (guarniciones) añaden alguna singularidad ornamental.
Ya
fuera, en el primer patio destacan las ventanas blancas de corrimiento
vertical, o de guillotina. Tienen una composición de 17 baquetillas por
unidad de corrimiento. Este patio tiene en sus bajos pies derechos a
base de pilares chanfrados. La invisibilización de este colegio, debido a
sus muros, no impidió sacar estas recientísimas fotografías. Condenado
al total abandono, ya se verifican caídas de vigas primeras, humedades,
capilaridades. Igualmente, el Patio mayor de alumnos se compone de una
galería con arcos rebajados y una altura con rasgos o ventanas en
ojiva.
Lo llamativo de este colegio de los Jesuitas es su simbolismo múltiple,
que permite hablar de un proyecto rehabilitado polifacético donde
puedan estar presentes: auditorio, sala de conferencias, biblioteca,
Dark Tourism, museo natural del Estuario del Miño, Instituto Nuno
Alvares, que dejen atrás los presupuestos turistificadores,
gentrificadores de la entidad Karpin, S.L. (que tenía opción de compra). Este
colegio estuvo ligado a Manoel de Oliveira, el gran cineasta portugués.
Asombrosamente, las ideas nacionalistas vascas germinaron entre sus
muros. Fue campo de concentración y sede de tribunal militar. Todo ello
posibilita iniciativas para su recuperación y puesta en valor. De la
misma manera, dinamizará una zona precisada de iniciativas que NO hablen
de puerto deportivo, ni de Turismo Intrusivo, como han referido algunos
grupos políticos.
Su
conexión con el turismo del trauma o dolor (véase Oia e Insua),
avalado por la Declaración de Newcastle (2005), solo reforzará una línea
costera para un turismo sustentable y equilibrado.
ENCONTROS POLIORCÉTICOS
José Buiza Badás
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