Soutomaior como síntoma
Siempre me interesó la distancia que marca el presidente del Gobierno con el idioma de la tierra que le vio nacer. La única palabra gallega que le escuché en todos los años (decenios) que lleva dedicado a la cosa pública ha sido «malleira», para definir alguna paliza dialéctica que había recibido alguien. En los actos electorales de partido que hace en Galicia, nunca le he escuchado decir un modestísimo «boas noites», aunque solo sea para acercarse a la gente que se molesta en ir a escucharle...LEER MÁS.
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