22 de xul. de 2020

INTERNACIONAL

Argentina: el Frente de Izquierda-Unidad convoca a la Conferencia virtual Latinoamericana y de los EE.UU los días 30, 31 de julio y 1 de agosto



·         Que la crisis la paguen los capitalistas
·         Fuera el imperialismo de América Latina
·         Fuera el FMI, no pago de las deudas externas
·         Vivan las luchas obreras y de la juventud precarizada. Ni despidos ni rebajas salariales. Abajo el racismo, la violencia y represión policial.
·         Por una salida de las y los trabajadores ante la pandemia y la crisis capitalista
Los partidos del Frente de Izquierda-Unidad de la Argentina hemos decidido realizar una Conferencia virtual Latinoamericana y de los EE.UU. el próximo 1° de agosto. La Conferencia será precedida por tres mesas-debate, que se realizarán los días 30 y 31 de julio. Esta Conferencia retoma la iniciativa acordada a principios de año por los partidos del FIT-U y que fuera suspendida como consecuencia de la crisis pandémica. En esta oportunidad, dado el proceso de rebelión desatado en EE.UU., la Conferencia acogerá también a organizaciones de lucha de Norteamérica.

Las bases políticas y programáticas sobre las cuales reconvocamos a esta Conferencia están plasmadas en la declaración “Un nuevo escenario en Latinoamérica y la necesidad de una salida socialista y revolucionaria”, en el texto “La Conferencia Latinoamericana convocada por el FIT-U se posterga”, en la “Declaración del FIT-U por el Día Internacional de los Trabajadores”, y en el presente texto. Allí están expresados los importantes acuerdos así como los matices y diferencias que tenemos entre las organizaciones convocantes.

El nuevo cuadro creado le otorga a la iniciativa continental impulsada por los partidos del FIT-U una renovada actualidad. La rebelión en Estados Unidos, que ha conmovido el planeta y acorrala a Donald Trump, impacta favorablemente en las masas del mundo generando acciones de solidaridad y condiciona el escenario internacional. La indignación y el repudio contra la violencia policial y el racismo que estallaron ante el brutal asesinato de George Floyd, empalman con el creciente descontento y desesperación de las masas, por el efecto combinado de la pandemia y una profunda recesión. El impacto de la mayor crisis capitalista en los Estados Unidos llevó a que, en solo 16 semanas, casi 49 millones de trabajadores solicitaran seguro de desempleo. Los bajos salarios y un sistema sanitario arancelado empuja a la muerte a los homeless, a los desocupados, a los trabajadores precarios e informales. Todo esto ha sido el caldo de cultivo de la gran rebelión popular que allí tiene lugar. El Partido Demócrata intenta desviar este imponente movimiento de protesta hacia el voto por Joe Biden en las elecciones de noviembre, el candidato del establishment, para evitar que se radicalice. La rebelión no sólo representa un descomunal golpe al gobierno de Trump, sino que también pone las barbas en remojo de todos los gobiernos latinoamericanos que de una u otra manera tributan al imperialismo yanqui, y es una convocatoria a la acción y a lucha a todos los pueblos del subcontinente.

La pandemia ha puesto de relieve el antagonismo existente entre la salud y la vida de las y los trabajadores y mayorías populares, por un lado, y el sistema capitalista, por el otro. Los rescates multimillonarios han privilegiado el salvataje del capital. El auxilio económico a la población ha quedado reducido a una proporción marginal. El mundo ha enfrentado el coronavirus con sistemas de salud vaciados y deteriorados, víctimas de drásticos recortes como resultado de años de ajuste aplicados por todos los gobiernos, a la par que permiten y alientan la continuidad del lucro de la salud privada. Lo que se ha priorizado en medio de la pandemia son las ganancias capitalistas, forzando a los trabajadores a continuar con la producción, con total desprecio por sus vidas y su integridad física. Esto se agrava en América Latina donde las condiciones de pobreza y carencias extremas crean un campo fértil para la propagación del virus, que viene haciendo estragos en los barrios populares. El estallido del coronavirus ha agravado una crisis capitalista que ya era previa. El mundo marcha a una depresión, sólo comparable con la posterior al crack del 29. La OIT ya habla de 480 millones de desocupados. El rescate a los grandes empresarios, bancos y multinacionales pretende ser financiado con más ajuste, despidos, miseria creciente, desigualdad social y desastre ambiental sin precedentes.

Estamos frente a una crisis de fondo del capitalismo que hunde sus raíces en la Gran Recesión de 2008. Amplios sectores de trabajadores y la juventud en todo el mundo empiezan a sacar la conclusión de que este sistema no va más. El nuevo ciclo especulativo que siguió a los rescates no ha detenido la fuga de capitales en América Latina que se combina con los pagos de deudas fraudulentas y usureras por parte de los gobiernos y que va de la mano de planes de austeridad bajo la tutela del FMI, de modo de darle garantías de repago a los acreedores.

En el marco de la guerra comercial impulsada por el imperialismo yanqui, particularmente contra China, EEUU busca reforzar su dominio en nuestro continente, no solo con la extorsión económica sino también por la injerencia directa, como se ha visto en la política agresiva contra Venezuela, hecho que repudiamos más allá de nuestras profundas diferencias con el régimen de Maduro. A la vez, denunciamos que tanto EEUU como China buscan en su disputa apoderarse de los recursos naturales y estratégicos de nuestra región mediante asociaciones con corporaciones capitalistas extractivas. En ese marco, América Latina se ha transformado en otro de los centros de la crisis pandémica y también de la crisis social. Bajo el gobierno del ultraderechista Bolsonaro, Brasil es uno de los países más castigados por la pandemia. También Chile, Perú, Bolivia y Ecuador han sufrido este flagelo a gran escala, bajo gobiernos ubicados a derecha. En México y Argentina los gobiernos ‘nacionales y populares’ han estado muy lejos de tocar los intereses de las grandes patronales para afrontar el cuadro de vaciamiento sanitario y la crisis social. Por el contrario, han mantenido una línea de subordinación al imperialismo, como lo demostró López Obrador en su reunión con Trump y Alberto Fernández con su sometimiento a los preceptos de los fondos buitre y el FMI. Este último busca además un “pacto social” con las cámaras empresarias que implicará que los trabajadores sean quienes paguen los costos de la crisis.

A la luz de este panorama, salta a la vista que todas las contradicciones sociales que motivaron las rebeliones populares latinoamericanas en 2019, se han agudizado. Se replantea, por ende, la apertura de una nueva fase de grandes luchas y rebeliones de los explotados, como lo revelan las nuevas jornadas nacionales de protestas en Chile, las manifestaciones en Ecuador contra el fondomonetarista Lenin Moreno y la disconformidad creciente de las masas bolivianas con la golpista Añez, las expresiones de hartazgo contra Bolsonaro en Brasil, la reacción del movimiento estudiantil en Colombia, la nueva situación en Paraguay a partir de la jornada del 22 de junio, el reinicio de protestas todavía moleculares en Nicaragua como así también la resistencia obrera y de la juventud precarizada en desarrollo en Argentina. La Conferencia virtual Latinoamericana y de los EE.UU se enmarca así en un momento de características históricas, que plantea desafíos gigantescos para los trabajadores, llamando a luchar por medidas de emergencia para combatir la pandemia y los planes de ajuste que golpean al pueblo trabajador, luchar para que la crisis la paguen los capitalistas en la perspectiva de una salida de fondo obrera y socialista.

Invitamos a la izquierda que se reivindica clasista, al movimiento obrero combativo, a la juventud que se rebela, al activismo feminista y ambiental, y a la intelectualidad comprometida, a ser parte de esta Conferencia para debatir las bases para luchar bajo las banderas de la independencia de clase, por gobiernos de trabajadores y por la unidad socialista de América Latina.

Cronograma:

● Mesa-debate: “Crisis mundial y rebelión en el imperio”. Jueves 30 de julio 18:30hs (GMT-3)
● Mesa-debate: “El movimiento obrero latinoamericano ante la crisis capitalista y la pandemia”. Viernes 31 de julio 17hs (GMT-3)
● Mesa-debate: “La situación latinoamericana”. Viernes 31 de julio 19:30 hs (GMT-3)
● Conferencia virtual Latinoamericana y de los EE.UU. Sábado 1 de agosto 14hs (GMT-3)


Frente de Izquierda-Unidad
PTS - PO - Izquierda Socialista - MST

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