Desde hace tres años tiene que abonar todos sus gastos de visa, transporte y alojamiento, aunque la norma indique que es responsabilidad de su empleador.
“Este último año pagué como 800 dólares. Con la primera empresa con la que trabajé no pagué nada”, nos cuenta vía telefónica, este emigrante de 33 años de edad que se desempeña como jardinero en la localidad de West Chester, en el nororiental estado de Pennsylvania.Los receptores mexicanos de las visas H2A y H2B, creadas por el gobierno estadounidense para reglamentar el empleo temporal, padecen abusos a manos de sus empleadores, prácticas que podrían derivar incluso en el delito de trata de personas, sin que el gobierno mexicano los proteja, denuncian activistas y especialistas.
“Los abusos se dan por los reclutadores. Les piden cuotas de contratación y por visa y transporte. El problema es que no hay regulación pública de los contratos y los contratistas”, explica Alejandra Ancheita, abogada del no gubernamental Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc), que asesora a grupos de trabajadores migratorios.
Fuente: periodismohumano.com
Una selección de Tini Andrés

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