13 de nov. de 2025

OPINIÓN

QUERER SER PUEBLO 




Manuel Vázquez de la Cruz

 Uno tiene la impresión de que algunos jueces se dejan llevar por sus odios, inducidos por otros, o por sus ideas, y ese uno que es demócrata, cree que los cuarenta años del general al que no le importaba matar a la mitad de los españoles, como afirmó en una entrevista, dejó su orgullo homicida y su impronta en algunos sectores.

 La salida de la dictadura fue a cambio de eso pero quedaron muchos flecos.

 Incluso que haya sectores que pongan sus ideas por encima del orden establecido por el pueblo español y por toda la gente.  

 De la larga dictadura no se sale fácilmente y menos con una transición tan progresiva que nos llevará a muchos por delante. 

 Siguen habiendo gentes con su sotana, aunque ya no la lleven, uniforme o toga y cabeciña, que son mas importantes que los demás. Eso es dictadura. 

 Algunas veces pienso que las cortes que estaban constituidas por Clero, Nobleza y Pueblo, eran mas claras en algunos aspectos que nuestro parlamento. 

 Uno piensa que Felipe González cuando España votó ruptura, en el 82, y él no quiso escucharla, es el gran culpable de que pueda haber jueces haciendo política miserable en sus actos y fuerzas de seguridad que aún no han asimilado algo tan simple como que todos somos iguales ante la ley. 

 Y por eso uno tiene la impresión de que un delincuente, o dos con Aldama, pueden ir contra la honradez de las personas si algunos poderes de la oposición o del gobierno de una comunidad lo desea y ordena. 

 Y a uno, que sobre todo es demócrata, eso no le gusta nada. Tampoco cuando los partidos de izquierdas hablan de mejorar las cosas para la gente, yo pienso y siento que, por ejemplo, el amigo del señor Trump, el de billones de dólares en su fortuna, es gente.

 No habría que empeorar, es un decir, la del señor que maneja un billón de dólares para mejorar la de otros de muchos pueblos del mundo. 

 Si pensamos que en este planeta, como se decía en el franquismo frecuentemente y con soberbia, aún hay clases, la palabra gente para englobar el todo es una vuelta atrás en la concepción de la historia de la humanidad. Y negar una evidencia histórica. 

 Tenían razón los mas chuletas del franquismo. Aún hay clases. 

 El país que inventó “vivan las cadenas” tiene quien lo mande y puede amarrarse a ese mando por los siglos de los siglos. 

 Dos hombres de poco valor y una fala barato con pareja y que va a misa; a mí sin ser creyente, me gustaría mas aún que dijera la misa y que los sacerdotes de todas las religiones tuvieran por obligación ser seres normales en todas las necesidades fisiológicas de la vida.

 Pero no creo que la Iglesia católica amarrada a siglos y beneficios del celibato, sea capaz de hacer su necesaria reforma. 

Y recuerdo: 

 Yo he visto negar la comunión a una mujer buena, porque vivía con un hombre bueno, y no supo nunca de su marido, ni siquiera si vivía o había muerto; llamar la atención desde el púlpito a una señora que llevaba una minifalda que hoy podría servir para un verano en una monja; negar la confesión a una mujer porque no llevaba medias,...,y miles de cosas más. 

 El sexo le asqueaba mucho y todo llevaba en este asunto al infierno, pero quizás por eso..., en el seno de esa Iglesia suceden miles de casos parecidos al obispo de Cádiz y Ceuta. Si la Iglesia fuera más humana, mas de Jesús de Nazaret, quizás esos casos repugnantes serían menos, muchos menos.

 Seguro. Pero son tantos años de estupidez, dicen que interesada, que van a tener difícil apartarse de ella. El creced y multiplicaos, mandato divino, no va con ellosOtra cosa es que la costilla de Adán se hiciera mujer. 

 Quizás también si la dictadura dejara de una puñetera vez, de amargar la vida del pueblo y nadie de ninguna escala militar o jurídica montara un juicio a nadie por desmentir la versión de un personaje cargado de irregularidades, aunque, sea el novio de la señorita o señora Ayuso, de la que no sé si en la misa que salió en ambulancia llevaba minifalda o un poco mas de escote como la señora de Tui a la que le llamó la atención desde el púlpito un sacerdote católico interrumpiendo su sermón. Tampoco sé si tomó la comunión. No creo que el cura se la negara. Los poderes fácticos caminan juntitos los dos. 

 Mas guapa era la de mi ciudad y era pueblo. Ayuso y su mozo son gente. 

 Y otros mas. Esos que acusan a una señora de, pidiendo un favor, escribir algo para otra persona, y buscan y rebuscan hasta la risa cosas que imputar, y si son jueces para imputar. 

 ¡Vivan las cadenas! Coño. 

 Fueron muchos años de dictadura del nacionalcatolicismo, de una terrible hambruna, de frases ridículas, de asesinos premiados con empleos, de mucho por el imperio hacia dios, de niños descalzos, de mendigos de los viernes, de millones de emigrantes..., de ¿usted sabe quien soy yo? 

 Algo mal hicimos los demócratas cuando aceptamos aquella transición y se empezó a decir gente cuando debía decir pueblo. 

 Aquella pregunta, que muchos sufrían muy a menudo, puede explicar claramente como toda la gente no es pueblo. 

 Y ese concepto puede ser cambiante. Por ejemplo, la Fiscal de Madrid, la amiga de la señora o señorita Ayuso, la que se negó a investigar los miles de muertos del protocolo vergonzoso, al menos para mí, no es pueblo; solo es gente que pasa y quiere ir a vivir en guerra constante. 

 Se pudo ver muy claro en el juicio al Fiscal General. ¿Qué se juzgaba allí? Creo que al pueblo que no tolera el usted sabe quién soy yo, y no grita vivan las cadenas. 

 ¿Qué se defendía? Pues que los señoritos con novias de mucho poder, o al revés, son los que en democracia siguen pudiendo decir ¡¡¡usted sabe quién soy yo!!!

 Y haciéndose muy ricos en poco tiempo.

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