CARTA A UNA SEÑORA
Manuel Vázquez de la Cruz
Señora, ¿sabe usted la historia del Maine?
Que va, ustedes son de mínima calidad mental.
¿Cree usted en el ojo por ojo, diente por diente?
Puede que si.
Pues señora eso es la milésima parte, o mucho menos aún, de lo que está pasando allí.
¿Sabe usted lo que es un genocidio?
Es exterminar a un pueblo entero para quedarse con su territorio.
¿Sabe usted para qué?
Para montar muchos casinos y casas de putas.
¿Sabe usted quién mató al mejor amigo de Trump?
Yo tampoco, pero estaba en la cárcel y era un pederasta.
Mire señora, yo no puedo creer que la inteligencia de la policía israelita tuviera todos los teléfonos de los líderes de Hamás (a los que asesinó) y no supiera nada de aquel ataque en aquel octubre.
Otro Maine.
Puede. El disparo que lo hundió salió desde dentro.
¿Conoce Israel? Yo sí, y le puedo asegurar que fui apuntado con cinco metralletas por ser moreno.
Señora, piense en un niño, solo en uno entre miles, con la piel pegada a los huesos, ojos que lo dicen todo, y hacen llorar...
¿Qué piensa?
Creo que nada y lo siento.
Pero ya ve usted, cuando el equipo del amigo de Netanyahu y de Trump manda a deportistas a enseñarse, todos tenemos derecho - y deber - de llorar y protestar.
Aunque su líder, como un idiota, esté estropeando un baile y una canción.
Yo estos días solo estoy triste.
Y cuando usted escribe y Rueda presume de lo que su partido carece, desde antes de su formación, en su formación y después, siento una enorme pena y náusea.
Señora piense en los miles de niños que mueren de hambre. Tenga un poco de humanidad.

Ningún comentario:
Publicar un comentario