FOTOGRAFÍA
«Raíces Celtas en la Amazonía
venezolana»: Un relato de altruismo humanitario
Foto: Oscar Noya-Alarcón
Foto: Oscar Noya-Alarcón
Ricardo Rodríguez Vicente / A Guarda
Desde el pasado martes día 21 de agosto y
hasta el próximo día 13 de septiembre la Sala de Exposiciones del Centro
Cultural de A Guarda acoge una muestra de fotografías de la autoría del Dr.
Oscar Noya-Alarcón, que lleva por título genérico «Raíces Celtas en la Amazonía venezolana».
Salvo dos de ellas, en las que el fotógrafo
hace sendos guiños a modo de homenaje al municipio y vecinos de A Guarda, de
donde eran naturales su bisabuelo y abuelo paterno, Xoán Noya Gil y Oscar Noya
Domínguez, respectivamente; las demás fotografías reflejan un modo de vida y de
supervivencia de las poblaciones indígenas de la selva del Estado Indígena de
Amazonas, uno de los veintitrés que, junto con el Distrito Capital y las Dependencias
Federales, forman la República Bolivariana de Venezuela.
En el Estado Indígena de Amazonas
existe una veintena de etnias diferentes. Los Yanomamis representan el 26 por
ciento de la población indígena del estado.
Gracias a la exposición «Raíces Celtas en la Amazonía venezolana», quienes la visiten se
van a encontrar con un verdadero testimonio, documentado fotográficamente, del
modo de supervivencia de los Yanomamis. Son seres humanos que subsisten
prácticamente como en plena Edad de Piedra. Cazadores-recolectores y
cultivadores, también realizan labores de artesanía – cestería y tejidos duros
- a base de hojas de diferentes tipos de palmas: moriche, cumare, seje,
cucurito,...
Viven en chozas comunales – shapono - construidas
de materiales vegetales, por donde pululan los mosquitos que transmiten la
oncocercosis. “Los yanomami –
explica el Dr. Oscar Noya-Alcarcón - mantienen
una íntima relación con la naturaleza. La conocen, la dominan, y toda su
cosmovisión gira alrededor de ella”.
El Doctor Oscar Noya-Alarcón, venezolano y español de
ascendencia guardesa, es un médico parasitólogo do Centro
Amazónico de Investigación y Control de Enfermedades Tropicales (CAICET) y asociado al Instituto de Medicina
Tropical, trabaja desde hace 10 anos en el Programa de eliminación de
oncocercosis en el foco sur de Venezuela, último reducto en el continente
americano (junto con Brasil) de dicha enfermedad parasitaria que envejece la
piel y deja ciegas a las personas. El grupo de trabajo de salud, asiste a más
de 350 comunidades indígenas de difícil acceso en la selva, atendiendo a más de
16.000 persoas.
Una
de las fotografías – titulada Vuelo,
salto, curo - que puede verse en la exposición «Raíces
Celtas en la Amazonía venezolana» tiene a su lado un texto – de Oscar Noya-Alarcón - muy esclarecedor: “Hace
muchos años vivían en el territorio amazónico venezolano misioneros evangélicos
extranjeros que fueron expulsados en el 2005. Ellos llegaban a esos territorios
y a estas comunidades indígenas a través de vuelos con sus avionetas. Las
pistas que ellos hicieron y mantenían, cayeron en el abandono tras su expulsión
llenándose de monte, volviéndose inoperativas, de tal forma ante la
escasez de horas de vuelo de helicóptero
que teníamos para acceder en todo este territorio hemos buscado una manera
bastante extraordinaria para poder acceder, y esto se ha logrado a través del
paracaidismo”.
Ese
testimonio nos da una idea de las dificultades que la selva amazónica
representa para quienes trabajan en el desarrollo del Programa de
eliminación de oncocercosis, por los múltiples obstáculos naturales que tienen
que afrontar para acceder a las comunidades indígenas y también la distancia –
unos 1.000 kilómetros – desde la población más próxima del Estado de Bolívar. “(...) Nuestro equipo itinerante de salud,
vuela, navega y camina cientos de kilómetros por las verdes montañas del sur del
Orinoco llegando a más de 350 comunidades. Es recibido con alegría y es
despedido con nostalgia, a la espera de un pronto regreso. Pasarán algunos
meses donde ocurrirán nacimientos y muertes, fiestas y guerras, pero siempre
volveremos para intercambiar conocimientos y emociones”, explica el Dr.
Noya-Alarcón
En las
fotografías del Dr. Oscar Noya-Alarcón los protagonistas son los niños, mujeres y
hombres sanöma, uno de los cuatro subgrupos lingüisticos de los yanomamis.
Una de las
instantáneas titulada Cupido, nos
muestra un varón sanöma del Alto
Caura del estado Bolívar, que finaliza su trabajo tensando su arco hecho con
tronco de una palma y cuerda tejida con fibras de bejuco. “El arco y la flecha, las primeras herramientas casi tan viejas como
algunas de las primeras especies de homo, aún persisten día a día entre las
poblaciones amazónicas poco – o nada – transculturizadas (...)”, comenta el
Dr. Noya-Alarcón.
En la
exposición también se pueden observar diversos objetos realizados por los
índígenas con los cuales ha contactado el Dr. Oscar Noya-Alarcón.
Por ello, «Raíces
Celtas en la Amazonía venezolana» es
mucho más que una exposición de fotografías. Es el relato de un hombre que
forma parte de un equipo humano debidamente formado, que ejerce la profesión
médica e investigadora sobre el terreno, sin rehuir los múltiples obstáculos de
todo tipo con los que tienen que enfrentarse. Y es también, una oportunidad
magnífica para acercarnos a una realidad humana y cultural que está en nuestro
Planeta y que sobrevive, aunque con muchas dificultades, gracias al altruismo de
quienes se acercan a ellos con ilusión y altruismo humanitario.
Es un verdadero honor poder disfrutar en A
Guarda de una exposición – la primera que realiza, y que por voluntad propia quiso que fuese en nuestra localidad – del Dr. Oscar Noya-Alarcón.
GALERÍA DE IMÁGENES CORRESPONDIENTES AL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN Y A UNA VISITA POSTERIOR
Noticias relacionadas:
GALERÍA DE IMÁGENES CORRESPONDIENTES AL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN Y A UNA VISITA POSTERIOR
Noticias relacionadas:
Ningún comentario:
Publicar un comentario