12 de abr. de 2013

OPINIÓN

Dos gallegos en un yate
David Torres
La historia de la relación entre Feijóo y Dorado tiene todas las trazas de rebasar el ámbito político y entrar de lleno en el de las revistas del corazón. Yo he tenido novias con las que he viajado menos, pero el presidente insiste en que el narco y él sólo eran conocidos y residentes en Galicia. La típica excusa. Coincidieron en media docena de excursiones juntos pero todo era culpa del camarero, señor juez, que siempre nos pegaba las sillas.
El presidente dice que Dorado y él no eran amigos, pero la amistad siempre ha sido un concepto de doble filo. Ya lo decía Vito Corleone en sabio consejo a su hijo Michael: “Ten cerca a tus amigos, pero más a tus enemigos”. Lo cierto es que en aquellos tiempos Dorado estaba tan cerca de Feijóo que a veces parecían la misma persona. 

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