A Cospedal hay que quererla
María Dolores de Cospedal, este lunes / EFE
Elvira Navarro
A María Dolores de Cospedal ya no la ajuntan en el patio político algunos de sus compañeros de recreo, así que Mariano Rajoy, el desteñido macho alfa de la manada, le organiza un desayuno en el hotel Ritz para que a todos les quede claro que a Cospedal hay que quererla.
A las ocho y media de la mañana me planto en la puerta del Ritz, cuya entrada principal está llena de policías. Al desayuno acuden no sólo políticos del partido, sino también empresarios. En un contexto como éste un empresario es sólo aquel que tiene una gran empresa y que además apoya al PP. No se invita a nadie que tenga una panadería o un taller de reparación de bicicletas...[+]
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