Juan María Lersundi delegado en Euskadi de la Asociación Stop Accidentes 
"Queremos que el Tribunal de Estrasburgo le saque los colores a la Justicia española en el caso de Enaitz" 
Dormirse en los laureles sería el peor pecado que puede cometer la sociedad en un momento en el que la muertes en carretera se han reducido a límites históricos. El caso de Enaitz Iriondo, que Stop Accidentes ha llevado a Europa, demuestra que aún queda mucho camino por andarTxus Díez / Gasteiz
Dicen los expertos que se ha alcanzado un punto de difícil mejora en cuanto a la siniestralidad en las carreteras.
¿Realmente no hay más margen de trabajo? 
No hay que dejar de trabajar en la prevención, pero efectivamente, cuando llegas a un punto bastante bajo de siniestralidad cuesta mucho más mejorar, con el agravante de que las cosas salgan torcidas por un accidente en el que mueren varias personas. 
¿Qué papel han jugado el carnet por puntos, la modernización de la red viaria y de los vehículos y una mayor concienciación al volante? ¿Qué aspecto ha sido el más decisivo? 
Yo creo que lo más importante ha sido el carné por puntos. La gente, desgraciadamente, aprende a palos. Efectivamente, la mejora de las carreteras y de los vehículos también ha sido muy importante. Somos más conscientes, pero a la vez los positivos por alcoholemia aumentaron por primera vez este año desde 2002. Eso es una consecuencia de que la gente no es todavía consciente de que conducir bajo los efectos del alcohol es peligroso, para sí mismo y para los demás. Pero son también cuestiones estacionales, vinculadas a fiestas, etcétera, no es algo general.
Se va imponiendo entre la gente el hábito de que cuando se sale de fiesta el que conduce no bebe. Acaba de terminar la operación del puente de la Virgen de agosto sin víctimas mortales en Euskadi, al igual que ocurrió en Semana Santa. 
¿Deberían las autoridades centrarse más en el fin de semana y el alcohol y en los trayectos cortos y rutinarios? 
Lo que ocurre es que durante las vacaciones se produce otro tipo de desplazamientos, por ocio y fiestas, y precisamente es donde más precaución hay que tener, porque ya sabemos cómo celebra la gente las fiestas. Ahí las instituciones deberían incrementar el transporte público, ampliar horarios y, en definitiva, ofrecer alternativas de transporte para reducir la probabilidad de que se produzca un accidente. 
¿Creen posible en Stop Accidentes que se acabe haciendo un justicia en el caso de Enaitz Iriondo, el joven que murió atropellado por un conductor ebrio en La Rioja, que después reclamó a la familia la reparación del vehículo? 
La familia ha apelado al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, pero eso no significa que se pueda enjuiciar el caso. Lo que queremos es que ese tribunal, con nuestras argumentaciones, reconozca que ha habido una inexactitud en el atestado. Queremos que el Tribunal le saque los colores a la Justicia española para poner en evidencia lo que ocurrió. Nosotros tenemos claro que Enaitz no fue el responsable del accidente, tal y como afirmaba el atestado de la Guardia Civil. Hemos luchado y hemos acompañado a la familia, hemos tratado de hacernos oír. El sobreseimiento libre en la Justicia española es una cosa juzgada, por eso queremos que se modifique la legislación para que esas cosas no vuelvan a ocurrir. No se puede dar el sobreseimiento libre en tres días en un caso como este, en el que ha fallecido una persona, cuando el Banco de España da veinte días laborables a las entidades financieras para recurrir cualquier denuncia. Hay que dar tiempo a las familias para, con serenidad, asesorarse convenientemente y tomar cartas en el asunto (la familia de Enaitz no procedió penalmente contra el conductor y el delito quedó sin castigo). En este caso se produjeron una serie de circunstancias especialmente llamativas e incluso escandalosas. Desde los graves errores en el atestado, hasta el tiempo que pasó hasta que se realizó la prueba de alcoholemia y, por fin, la reclamación de daños y perjuicios por parte del conductor. Si no llega a dar ese paso, el caso de Enaitz se habría diluido sin llegar a la opinión pública. El caso de Enaitz pudo haber sido uno de tantos. El conductor provocó esa reacción, la familia, indignada, acudió a nosotros, y les apoyamos. Entonces se empezaron a desvelar las irregularidades. 
Nosotros exigimos que haya un protocolo de actuación en caso de accidente en lo que se refiere a los atestados, que son una cosa muy seria. Si hay que destinar expertos a formar a la Guardia Civil, a la Ertzaintza y las policías locales, y darles los medios adecuados para ello, que se haga. Un juez tampoco es un experto, y a la vista de los datos debe tomar sus decisiones. Ahora los atestados van a misa, y eso igual no tiene que ser así. 
Su frase: "El carné por puntos ha sido determinante. Por desgracia, la gente aprende a palos"
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