PALESTINA EN EL CORAZÓN ES MI ALDEA
(y III)
Manuel Vázquez de la Cruz
Primero fueron a por..., y no dije nada porque yo no era de ellos. Cuántas
veces ha sonado esa lección.
Solo la lucha de los pueblos unidos y la parte buena, simplemente buena, de
la humanidad, podrá evitar que el nazismo, en cualquiera de sus formas vuelva.
A Hitler lo eligieron unos alemanes embelesados por cuatro palabras. Les decían que eran una raza superior, les hablaban de su gran patria, de que eran la esencia del mundo, los salvadores de la civilización, de Cristo, de Pío XII, que después ayudó a huir a los peores nazis y dicen que también lo era.
¿Vendrán a por mi los llamados abogados cristianos?
Seguro que no. No soy del gobierno progresista.
El mundo está pareciéndose al de septiembre de 1931.
Con dinero, televisiones,
plataformas, redes sociales y el ansia de mandar, muchos se creyeron algo
parecido a los alemanes de 1931, o quisieron serlo, y votaron a Trump. Como en
Alemania a Hitler.
La historia cuando se repite es una farsa, pero cuando la farsa quiere
expulsar a un pueblo de su país es una indecencia criminal, y los muertos
pueden ser incontables, otra vez.
Tengo desde hace mucho tiempo a Palestina en el corazón.
Los Estados Unidos de América del norte están en manos de un hombre que no
parece muy normal, y de otro, Elon, que puede que quiera más y más. ¿Qué quiere
ser?
- Mandar. Ser el jefe del mundo. Estar por encima de cualquier mortal...
Si repasamos la historia quizás encontremos su ejemplo.
ESTOY DESEANDO ESCUCHAR A CUALQUIER GOBERNANTE DEL MUNDO DECIR “YO TAMBIÉN
SOY PALESTINO”
Quizás no lo escuche nunca. Sé desde hace muchos años, que me muevo entre hipócritas.
En la guerra del pueblo español contra el fascismo crearon la mentira de la no intervención. No sé muy bien el porqué, pero lo que esta pasando me recuerda aquello. A aquella hipocresía que intervino muy bien para sostener en España a una dictadura fascista cuarenta años y hacer una transición de olvido y mucha mentira.
Me escribe Juan Conde Guzón, amante de la vida, estudioso, músico y abogado
urbanista.
Amigo desde siglos. Pueden ustedes leerlo:
5 de febrero a las 7:49 p.m.
TRUMP, EL MUY CABRÓN
Millones de estudiantes de derecho internacional público -el derecho de gentes de los antiguos- en el mundo; juristas, diplomáticos, sociólogos, antropólogos y todólogos varios se han quedado sin objeto en la materia. Donald Trump, superándose así mismo, propone la limpieza integral de un territorio como fórmula de la "paz". Por supuesto que no es la cámara de gas de Hitler, ni el Archipiélago Gulag, sin embargo hay pocas atrocidades que se le parezcan tanto en el foro internacional histórico. Gaza, un espléndido solar a merced de los inversores americanos, la ribera de Oriente próximo. A los palestinos se les acomodará en países bonitos, dice el muy cabrón. Pero esto es solo el prólogo, la ONU, la UE, despacharán el latrocinio con simples declaraciones institucionales al uso. USA no se embarga: Don't tuch. (En español: no tocar).
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