5 de abr. de 2017

A GUARDA

PATRIMONIO

No a las plantaciones en la Obra Externa de Sta. Cruz 


Vista parcial del interior de la Fortaleza de Santa Cruz, a través del acceso denominado Porta da Vila
Foto: Infogauda

ENCONTROS  POLIORCÉTICOS

 Sin ánimo de desangelar la ilusión de los más pequeños y de su paso por la Fortaleza de Sta. Cruz, conviene prevenir sobre los futuros efectos perversos que estas plantaciones pudieran  provocar, no en el recinto interno, sino en su envolvente y en sus trazos externos en torrón. Hablamos de las contraguardias, lunetos y revellín de Cividans. 

 El castaño, como cualquier otra especie, afianza en este caso sus raíces en un compuesto de tierras prensadas, cantos rodados de proveniencia fluvial y arenas que, mezclado, incluso con desecho vegetal segmentado y de frágil leñosidad, proporciona una consistencia y durabilidad de probada eficacia en parapetos, caminos cubiertos o trincheras, además de sus ya clásicas aplicaciones en las contraguardias, redientes y otras angulaciones. Nótese que Cividans tiene líneas de parapetos en piedra,…. 

 No por plantar especies locales o llamadas “senlleiras” va a ser el daño menor. La raíz tiene sus proprias cronologías, sus propios efectos, su poso final. Toda raíz desarrolla un tamaño y una comunidad biológica que casi siempre es perjudicial para una obra hecha con la finalidad de defender, con base en un buen asiento estructural. En Santa Cruz no quedó otro remedio sino dejar tal cual los enraizamientos casi seculares de algunos eucaliptos, so pena de provocar derrumbes inducidos por inadecuadas extracciones. Eran  grandes, son grandes, por demás las raíces. 

 Por eso, tales patologías no deben dar pie ahora a nuevas plantaciones, sean cuales fueren, por varios motivos:  

a) La batalla contra la acacia y la mimosa aún no ha acabado. Los paños de muro, de doble forro y su emplecton interior están a merced de los agentes vegetales. El control de sus rellenos y microorganismos solo será posible con una aplicación de glifosatos, por ejemplo, que acabe con la hierba perenne dañina.  

b) Tal vez de una manera un tanto brusca, conviene inculcar en la población la idea de que la Fortaleza de Sta. Cruz no es un jardín, ni una plataforma para experimentos botánicos. Es un espacio donde la horizontalidad debe imponerse a la verticalidad, donde lo que debe importar (además de pasear al perro y así contravenir una señal que hay a la entrada,…) es la planimetría, la interpretación y la visita. Lo verdaderamente divulgativo, lo que educa, es la visita.  

c) La presencia de eucaliptos en Santa Cruz no preserva esa idea de un espacio acastelado y libre de especies arbóreas que están francamente de sobra. En el Fuerte de San Lorenzo de Goián, lo que prevalece es el roble y la diferencia incluso estética es verdaderamente notoria. El eucalipto no sirve ni como ornamento en un ámbito castellológico que se pretende diferente y embellecido. En realidad, el rechazo del eucaliptal tiene fuertes razones en Galicia o Portugal,..., y no son baladíes. Los argumentos económicos, o economicistas, perdieron asimismo su poder.

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