26 de maio de 2016

VIGO

TRIBUNA LIBRE

QUE HUBIERA SIDO DE MI VIDA SI...



 Hace unos días dio comienzo en el Juzgado de Primera Instancia Nº 7 de Vigo el juicio de la Comunidad de Propietarios del edificio de Teixugueriras nº 34 contra la Constructora Dragados y la dirección facultativa de la obra. La última jornada se ha aplazado para el 1 de julio.  

 Yo vivo en este edificio y si no lo hice público es porque mi estado de salud se ha debilitado mucho. Indudablemente esta situación de indefensión, zozobra, y padecimiento psíquico está siendo un grave obstáculo para mi ansiada recuperación. Como no soy mujer de rendirme fácilmente quiero ponerle rostro, aunque nadie más en este edificio quiera hacerlo, a miles de folios de esta demanda millonaria (3.500,00€) para que nuestras viviendas y anexos sean reparados.   


 A día de hoy adeudo al banco 92.000€ y he pagado ya la escándalosa cantidad de 128.000€ por estas grietas que no cesan y muchos más daños en trastero, garaje y zonas comunes. Un total de 220.000€ que no valen nada a día de hoy.   

 Todo hubiese sido muy diferente para mi si mi vivienda hubiese estado en perfecto estado como corresponde a una edificación nueva. Cuando me quedé sin ingresos al denegarme el INSS la incapacidad permanente, la venta de mi vivienda me hubiese procurado la seguridad y tranquilidad económica que necesitaba para afrontar mi largo proceso de enfermedad.   

 Cuando me diagnosticaron el cáncer en febrero del 2011 hacía tan solo 9 meses que había comprado mi vivienda. Una parte considerable de su (sobre)precio lo había pagado con mis ahorros y por la otra (103.000€) me subrogué en el préstamo que la Cooperativa había pedido para edificar.  A pesar de ser vivienda de protección autonómica y con unos ingresos más bien bajos (estaba en ese momento en desempleo), no obtuve ningún tipo de ayuda ni subvención. El préstamo, que nos vendieron como muy beneficioso para nosotros, resultó ser a un interés abusivo (fijado por el Gobierno anualmente) en comparación con el Euribor (denunciado en mi página web cuando inicié mi denuncia pública en mayo del 2013 https://sites.google.com/site/lavidanosigueigual/detalle-de-los-hechos/-6-incremento-hipoteca).  

 En esa misma fecha,  en otro de los apartados de mi página web contaba los infortunios (personales, familiares, laborales) que había vivido poco antes  de mi diagnóstico. Y relataba así lo de mi vivienda: 

 En abril del 2003, se constituye una de las muchas cooperativas del PAU de Navia, y me presento y me nombran como miembro de la Junta Rectora. Después de años de reuniones semanales, Juntas, y de salir a concurso una única parcela para demasiados demandantes, se nos ofrece otra opción. Constituimos inicialmente una SL, compramos a particulares y otra SL un terreno con el proyecto. Se fija un precio. Empezamos a construir, ya como cooperativa, y empieza a subir el precio. Para mí lo único que lo justificaba era que el responsable de la gestión no sabía ni hacer números y esta operación le quedaba no grande sino grandísima. Además había una descarada connivencia entre este "elemento", el jefe de obra de la constructora y el equipo técnico, contratados por nosotros para ejecutar (y mejorar) el proyecto...   

 Otros resultados: El precio del piso fue bastantes miles de euros más, la escritura (fui la única que me negué a firmarla, y presionada para hacerlo) no se  ajusta para nada a la realidad en detrimento de nuestro interés, Hacienda reclamó impuesto de sociedades por un altísimo beneficio inexistente. En cambio: el “gestor, letrado asesor y la asesoría que realizaba la contabilidad, libres de responsabilidades; los pisos destrozados (el mío desde que me dieron las llaves hace tres años), pero no por el asentamiento, sino por otros defectos que si vamos a juicio se nos caen antes encima, por eso, estamos a merced de la constructora para que su seguro nos repare y así ésta queda libre de toda sospecha y el técnico responsable, nuestro ex asalariado, el arquitecto, se va de rositas. Ese es un ejemplo más de otras batallas titánicas (David contra Goliat) como las de otros muchos ciudadanos. 

 El resultado: un alto porcentaje de mi cáncer (que no es genético, ningún antecedente).  

 Mi vivienda es una de las más afectadas por ser estar en la última planta (9ª) y los daños están prácticamente intactos tal y como han ido evolucionando en estos 6 años.   

 En la medida de mis posibilidades en este momento, me pongo a vuestra disposición y una vez más quiero daros las gracias por todo.

 Un abrazo,   

Beatriz Figueroa

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