skip to main |
skip to sidebar
Por Hugo Martínez Abarca
Uno podría pensar que el único herido por arma que ha habido en España en las últimas fechas es Froilán: ocupa portadas, titulares, bromas e incluso parece que la justicia se ha puesto ya a investigar esa costumbre tan aristocrática de poner a circular armas entre la chavalería para que se entretenga. Qué diferencia con Íñigo Cabacas, el aficionado al fútbol que murió porque la Ertzaintza decidió que lo mejor para mantener el orden para un partido es disparar pelotas de goma apuntando a dar.
Ningún comentario:
Publicar un comentario