9 de out. de 2023

OPINIÓN

 Pandemia en Gaza: Activemos la solidaridad




Cristina Mas

 La Franja de Gaza había resistido los seis primeros meses de pandemia sorprendentemente bien. El brutal bloqueo a que el sionismo somete a los más de dos millones de palestinos que sobreviven allí y que mantiene Gaza aislada del resto del mundo, había servido hasta entonces para mantener coronavirus a raya. Pero a finales de agosto se diagnosticaron los primeros casos de transmisión comunitaria de Covid-19 y se ha perdió el rastreo de los contactos. Los palestinos de Gaza, martirizados por 13 años de bloqueo y los continuos ataques militares de Israel, se enfrentan ahora a una nueva amenaza que puede ser catastrófica,

 Conscientes de que en uno de los lugares del planeta con una densidad de población más elevada, un 75% de la población bajo el umbral de la pobreza y un sistema sanitario bajo mínimos por la falta de suministros, las autoridades sanitarias de Hamás vieron que el única posibilidad de evitar un desastre era ordenar un confinamiento estricto. Las pocas personas que podían salir de la franja debían someterse a una cuarentena de 21 días en volver. Los pocos casos que se produjeron se diagnosticaron y trataron en los centros de aislamiento y a finales de agosto el virus sólo había dejado tres víctimas en Gaza. La situación era tan paradójica que los compañeros de la Unión Independiente de Trabajadores Palestinos de Gaza, con quien hace años que trabajamos desde Lucha Internacionalista, nos llamaban a diario y nos hacían llegar su solidaridad, preocupados por las noticias que les llegaban sobre la gravedad de la pandemia en el estado español. El mundo al revés.  

 Pero las malas noticias llegaron cuando el 24 de agosto una mujer que había viajado a Jerusalén para que trataran a su hijo de una enfermedad cardíaca se puso enferma y cuatro miembros de la misma familia dieron positivo. El virus estaba en la comunidad. Desde entonces ha crecido exponencialmente: el 20 de septiembre ya se habían diagnosticado más de 2.300 casos, y se da por hecho que en realidad serán muchos más, debido a la escasa capacidad para hacer tests. En Gaza sólo hay unos 70 camas de UCI la falta de medicamentos y materiales debido al bloqueo israelí es crónica. El sistema de salud, las infraestructuras y la economía están destrozados por más de una década del bloqueo impuesto por el estado sionista y los sucesivos ataques del ejército israelí. Pero lejos de aflojar el bloqueo ante la emergencia sanitaria, el gobierno sionista de Netanyahu -tocado por los escándalos de corrupción y que ha tenido que volver a decretar el confinamiento de Israel después de que el número de contagios volviera a dispararse- lo ha endurecido.

 Además de bombardear puntos de la franja interrumpidamente casi cada día este mes de agosto, en respuesta al lanzamiento de globos incendiarios desde la franja, Israel ha restringido la entrada de combustible a Gaza, lo que ha obligado a limitar aún más el funcionamiento de la única planta de energía eléctrica operativa en Gaza. Los gazatís tienen que vivir con 3 o 4 horas diarias de suministro de luz y los hospitales de la franja deben mantener las ucis, quirófanos, salas de neonatos o servicios de diálisis con generadores. Si la situación sanitaria ya era complicada, ahora los hospitales tienen que enfrentarse a una amenaza sin precedentes. El acuerdo de alto el fuego de principios de septiembre supone un respiro, pero faltan equipos de protección para el personal sanitario y medicamentos.  

 Dadas las condiciones de vida en la franja es utópico creer que se podrán hacer aislamientos. En una franja de 40 kilómetros de largo y entre 6 y 12 kilómetros de ancho hay campos de refugiados como el de Jabalia, donde viven 110.000 personas en 1,5 kilómetros cuadrados. No hay agua en todas las casas y la gente está obligada a salir. En toda la franja la gente vive en familias extensas bajo el mismo techo amontonada en el que se suele describir como una prisión al aire libre.  

 La Unión Independiente de Comités de Trabajadores de Gaza, que desde hace años defiende los derechos de cientos de familias trabajadoras de la franja contra la ocupación y ante los gobiernos de Gaza y de la Autoridad Palestina, hace un llamamiento a la solidaridad internacional. Necesitan recursos para apoyar a las familias que están en peor situación económica, agravada por la pandemia. Desde aquí os animamos a participar en esta campaña. Solidaridad con el pueblo palestino contra la ocupación sionista. Rompamos el bloqueo de Gaza.

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