31 de xan. de 2019

VILAGARCÍA DE AROUSA

OPINIÓN

El sol sale por el Atlántico 


David Oliveira*

“Lo que está pasando aquí ya lo he vivido yo”. Es curioso como después de múltiples cafés con personas desconocidas a los que me ha llevado mi vocación política, y por qué no decirlo, acostumbrado a escuchar de todo, una sola frase es capaz de erizarme los pelos. Mi interlocutora me explica la situación que vive su país natal, Venezuela. Vive entre la angustia de no saber que va a suceder con su familia y sus amigos y el atisbo de esperanza que les ofrece el horizonte. En realidad es una frase incrustada en un contexto duro, pero uno no se pone en situación hasta que le toca cerca… Me contaba cómo en los 90 Venezuela era un país rico, un país lleno de españoles en busca de una fortuna que la crisis de la década les negó en su patria. En esa realidad de opulencia había una democracia que nos llevaba décadas de desarrollo, y dos partidos que se alternaban en el poder. Sin embargo el pueblo no era ajeno a la corrupción instaurada en el poder, y eso fue aprovechado por determinado movimiento para captar post adolescentes en las universidades ofreciéndoles que otra realidad era posible. Ese movimiento fue creciente, y un expatriado cubano que compartía una cercana amistad con ella le dijo “lo que está pasando aquí ya lo he vivido yo” para a continuación y con rostro serio mirarme a los ojos y decirme “ahora te lo digo yo a ti, lo que está pasando aquí ya lo he vivido yo”. 

 Acostumbro a ponerme en la posición de mi interlocutor, ya que es la mejor forma de comprender su situación. En este caso y por primera vez me quedé sin palabras mientras un escalofrío recorría mi cuerpo. Antes me había hablado de cómo capturaban y torturaban a los opositores en ese país, de cómo la gente se moría por no tener acceso a los medicamentos, de cómo la hiperinflación había equiparado sus ingresos a la nada, de cómo los españoles volvían a España por miedo y dejaban atrás sus negocios e inversiones perdiendo todo, de cómo amenazaban a sus familias cuando descubrían que hacían oposición desde nuestro país, de que Venezuela había dejado de pagar sus pensiones y la Hacienda española no lo comprendía… pero uno no es capaz de comprenderlo todo si no es capaz de ocupar el lugar de la persona que le habla, y esa frase me estremeció. 

 España tiene la responsabilidad de apoyar a su gente en Venezuela, a los que están y a los que retornaron, y no sólo eso, tiene la responsabilidad de apoyar a pueblo que acogió con los brazos abiertos a tantos compatriotas que se fueron en busca que una vida que aquí no podíamos darle. El apoyo de Europa es fundamental para el cambio, y si España es decisiva en ese apoyo, debemos de dárselo… Porque el sol sale en Venezuela por el Atlántico, y su gente necesita ya de un amanecer.

 *Portavoz Ciudadanos Vilagarcía

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