8 de feb. de 2013

OPINIÓN

Esas mujeres que no sabían, por Gabriel Merino

Supongo que a A. y J. se les rompió hace tiempo el amor de tanto usarlo –no soy yo quién para meterme en las razones que mueven las vidas particulares de los otros-, incluso a pesar de esos bolsos regalados, los cañones big blaster lanzando confeti en el jardín o los viajes en primera. Eso tampoco debería importarme, a menos que lo haya pagado indirectamente yo...[+]

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