13 de xul. de 2025

OPINIÓN

CARTA ABIERTA AL SEÑOR FEIJÓO 




Manuel Vázquez de la Cruz

 Señor Feijóo, usted está haciendo con su oposición a no se sabe muy bien qué, porque a la oposición sólo se la entiende cuando dice no a una cosa y plantea algo diferente y usted sólo dice no y no. E insulta. Después tiene a Tellado para decir que hace biografías. Si hacen la de él y la de muchos de los suyos, y sacan a relucir a suegras, suegros y abuelos no se salva nadie. Ustedes son maestros en inventar chismes que manejan como argumentos. Es bien triste. 

 Conste claramente que no todos son iguales ni fuera ni en el parlamento donde ustedes son siempre los más deslenguados, insultadores y pateadores como los del gallinero en los antiguos teatros y parece que los españoles les pagamos para eso, como ellos cobraban de otros actores y empresarios. 

 También se nota que han pasado por una universidad a especializarse en el insulto, las mentiras, las medias verdades e inventos. Si no fuera así...¿por qué escogió como mano derecha a el señor Tellado, el hombre que dice que el suegro de una persona forma parte de su biografía? Dios nos libre del que escoge y del escogido. 

 Su discurso llega a los que se sienten portadores de valores eternos y de las mayores esencias patrias, y nosotros, todos los que creemos que la democracia es también el respeto al que no piensa como nosotros, nos sentimos acosados y los de mi edad tenemos miedo al porvenir de nuestros nietos porque usted está creando un modelo en el que todo vale, desde la mentira al invento infame. Y alguno de los suyos como el señor Hernando, parece que presume y sueña con ser el malo de la película o de su entorno. Ese sueño, además de infantil, da pena porque justo eso es lo que no debe ser la política.

 Hacer política es utilizar la palabra y la razón, no el insulto y el intento de agresión física o la amenaza. Él ha hecho ya las dos cosas.

 Mire usted, hombre de Dios, no sé si su amigo narco era ya narco o solo contrabandista de tabaco cuando usted lo conoció, pero de su dinero ilícito, solo o puede que también, además, ser generador de muchas muertes, se lucró durante años usted, fue a ver nieve y anduvo por la mar, la mar de contento. 

 Y eso, sólo eso, debería servir para que usted no fuera presidente del gobierno de España. Ni lo intentara. 

 La señora Muñoz, muy joseantoníana ella, puede que diga con tono de niña bien - no de niña de bien -, "(...) es que queremos mucho a España porque no nos gusta (...)". Otra imbecilidad fascista. 

 Y eso, sus viajes a la nieve con dinero de procedencia ilegal, señor, no se apaga con insultos a suegros o a consuegros. 

 Una persona normal, en su caso no aceptaría ningún cargo político. Y los que lo nombraron y sabían lo hicieron porque en su currículum tenían cosas peores que la transición no depuró como debiera. Isidoro era muy de los suyos. Ahora se nota del todo. 

 Y, ya ve, yo creo que peor que ese aprovechamiento de una amistad son sus gritos, su falta de estudio de los asuntos, su nulidad de propuestas, sus falsedades por ignorancia o a propósito. 

 Señor, muchos españoles lo siguen. Como muchos italianos siguieron a Mussolini y muchos alemanes a Hitler. Ellos lo consiguieron con los pocos medios de su época. Usted tiene muchos, y todos por lo que dicen, muy bien untados. 

 Usted está poniendo a los españoles una vez más en pie de guerra. Su ego, y su Tellado y su Muñoz, aparentan que son capaces de cualquier cosa. 

 La gente, alguna gente de usted, no quiero pensar que toda, quizás empiece a sentir ganas de esa cualquier cosa. 

 ¿No siente usted una enorme tristeza por ser el sucesor a la fuerza de un hombre que se tuvo que ir por denunciar una corrupción? 

 Si no la siente, todo lo demás es lógico y buscado por usted y los de su calaña. 

 ¿Por qué? Porque usted y los suyos no saben perder y ser razonables. No parecen demócratas porque quizás sólo se hicieron a la fuerza como Fraga Iribarne y quieren volver a prietas las filas y a su camisa de color claro, neto y proletario. Otra gilipollez más de aquellos que eran y quizás son los suyos, y jamás sintieron el sudor y el miedo a pasar hambre. 

 Si todo lo que usted dice y hace, es para usted hacer buena política, usted está llevando matrícula de honor en lo contrario. En ser en sí mismo lo peor que le ha sucedido a la democracia. ¿Es usted el enviado de los poderes oscuros como su negra sombra? 
 
 Para mí, y para los que creemos en la democracia, honradamente, la nota sería un cero patatero. Y no porque yo no piense como usted, que es verdad, sino justo porque yo defendería su derecho a pensar libremente y expresarse diferente a lo que yo pienso, si usted con sus palabras expusiera lo que quiere. No lo hace, solo insulta y dice no. Eso es malo, muy malo para la gente que vive y trabaja en la piel de toro.

 Canarias, Baleares y la isla de Arousa, que para usted contó mucho. 

 Otras veces se “trabuca” y miente confuso, aparentando firmeza. Aquella entrevista de Silvia Intxaurrondo y la subida de las pensiones... 
 
 Preparar bien las intervenciones no parece lo suyo. Y en la última, esa que en mi opinión usted además de faltón e insultón, metió a los suegros, estuvo, además de grosero, en el infinito de la estupidez. El discurso parecía de Tellado. Quizás lo era, pero ese señor es un descubrimiento suyo. 

 Créame, no siento ningún placer viviendo en un país donde la oposición es la suya y de su banda. Y su graderío a gritos puede ser de cualquier cosa menos un parlamento de una democracia. Pero...¿de verdad no siente usted al recordarlo una enorme pesadumbre? 
 
 Usted, señor, solo insulta, sólo dice no, sólo separa y hace más independentistas cada vez que habla. Se lo digo yo que soy de sembrar trigo en las fronteras. 

 Hace dos días que empezó a denigrar a los suegros. Quizás la próxima vez se meta con las suegras. Y, hombre de Dios, como vayan a los antecedentes de todos se descubrirán muchas negras sombras. Algunas serán ciertas, otras inventadas y al que diga muchas de las últimas pasarán los años y en los pueblos habrá un nuevo apodo, al más  mentiroso, al que más invente, le llamarán Feijóo

 Como ya no puede enmendar el mal que ha hecho..., márchese de la política señor Feijóo. Está haciendo un inmenso daño a la convivencia del futuro. Desde que llegó usted el ambiente en la calle esta enrarecido. Eso, señor, no es bueno.

 Su modelo de grito, insulto y mentira, si usted ganara unas elecciones, sería un ejemplo funesto para cualquier democracia del mundo y haría imposible que los pueblos la vivieran. Sería, por tanto, casi volver a edad media y al sin fin de batallitas y guerras. En pequeña escala en las ciudades, pueblos y aldeas. No es buena su forma de hacer política despertando los peores sentimientos de la mala gente. 

 Será, si usted sigue, acabar con la esperanza por muchos años de la convivencia en paz. ¡¡¡Vaya logro el de su sombra negra!!! 

 Dios nuestro Señor nos libre.  

 Y todo esto sucede mientras en directo se televisa el exterminio de un pueblo que usted no condena. Oiga, señor, es que parece increíble que con lo se está viendo en la televisión de niños asesinados a miles; usted y los suyos, los que están contra el aborto de un cigoto sean capaces de asistir impávidos al horror de muertes de niños que sueñan y ya están como personas entre nosotros, son asesinados todos los días con su aprobación. 
 
 Jesús de Nazaret los echaría del mundo. De ese mundo hipócrita. 

 Pero usted a lo suyo, y lo suyo es usted mismo, Tellado, Muñoz y Hernando. Malas patas, cuatro escogidas, para construir el futuro de un pueblo y hacer ganar más dinero a los más ricos. 

 ¿Por qué no lo dice claramente? ¿Por qué no explica que la motosierra de Rajoy tiene pocos dientes a lado de la suya? 

 Pobre pueblo con ese futuro. Volvería su gente y sus lacayos con el dicho famoso: "¿Usted sabe quién soy yo?"

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