18 de xuño de 2017

OPINIÓN

PATRIMONIO

Por la democratización de la aplicación LIDAR  


Croquis del Fuerte de Medeiros (Monterrey), en la provincia de Ourense
Autor: José Buiza Badas

José Buiza Badas * 

 No debo estar muy engañado cuando constato que el Programa LIDAR, en sus aspectos más apurados, está reservado a personas ligadas a la alta investigación o a los especialistas.  

 Verifico que hay una barrera entre las instituciones y la calle a la hora de esta última poder dotarse de instrumentos de pesquisa inmediatos. 

 Laboratorios y gabinetes parecen cerrar  filas  en torno a esa cuestión, llevados tal vez por una lógica corporativa alejada de lo cotidiano. Personalmente, no tendría muchos problemas en servirme de la vía militar para  entrar en un LIDAR exacto, de alta definición; lamentando, sin embargo, esta realidad de hecho, que deja de parte a la sociedad civil. 

 La universidad ibérica tiene un  problema de enrocamiento de su profesorado muy  grave; su movilidad es casi  nula, dándose este fenómeno en Galicia y Portugal y extremándose enormemente en las autonomías más endogénicas (Vascongadas, Navarra y Cataluña). De ahí a los califatos va un paso, esta vez en el mundo académico. 

 ¿Por qué hay  docentes con 40 o más años de permanencia en una misma facultad y en una misma ciudad? 

 Los intereses instalados son ya roca-madre, se cronificaron, negando vivacidad a la actividad investigadora. De ahí a la dolencia personalista también va otro paso.

* Miembro de la Association Vauban y promotor de los  Encuentros  Poliorcéticos.

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