Y al séptimo día, Espírito Santo quebró
Como anticipó este economista observador, Espírito Santo estaba en quiebra. El saneamiento será con dinero público, 5.000 millones de euros, el equivalente al 3% del PIB luso, de momento. Los activos tóxicos se quedan en el antiguo banco y los accionistas y bonistas subordinados y preferentistas asumen el 100% de las pérdidas y pierden todo su dinero.
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