Presentación en A Guarda do libro “Cuaderno de viaje al país natal”
• Será ás 20:00 horas deste luns, 15 de abril, no salón de plenos do Concello de A Guarda
Alfonso Armada* / A Guarda
“He querido dormir en los lugares de Galicia por los que había pasado como alma que lleva el diablo. O porque mi casa, la de mis padres, estaba a un tiro de piedra de un automóvil con suficiente gasolina para no tener que preocuparse por la noche y por la hora. No saber conducir y por lo tanto no contar con vehículo propio tiene la ventaja de verse impelido a medir mejor el tiempo, las distancias, las opciones vitales a una escala completamente distinta. A depender más de los demás. A medir tus fuerzas. A quedarte más tiempo en los lugares. A pernoctar en ellos. (…) Un hotel no es una casa. Es la antípoda, aunque en una noche uno quisiera amueblar la habitación (hoy la 103, un número que se ha repetido en este viaje), por si te despiertas en plena madrugada, para sentirte menos extraviado, menos desamparado. (…) Yo no sabía que sabía. Que tenía que subir a pie al Santa Trega (lo que nunca había hecho. Y bajar a pie. Y hacerlo a solas. Por eso al final no llamé a mi amigo Manolo Jorreto, que vive en O Rosal. Por experimentar esta peregrinación a solas, en silencio) (…) Había gente en el castro, como indígenas. No serían más ignorantes que muchos de nuestros contemporáneos con sus ordenadores multiprocesadores ultrapotentes en todas las manos. No pude, a la vuelta, hacer una foto de una familia que había subido en traje de baño, abrigados con las toallas, del frío que siempre surge como un pañuelo de seda áspera cuando el sol se desvanece y uno sigue apenas vestido con esos disfraces que solo favorecen a las modelos irreales que pueblan el capitalismo del deseo. Parecían tan o más indígenas que los que habitaron esta citania que es nuestro pequeño Machu Pichu. El mejor balcón sobre la mar infinita. Nueva sede para un centro desasnador de terraplanistas: se aprecia fácilmente la curvatura de la tierra. Vemos cómo el Miño se deja seducir por el mar, y las tierras colindantes, en una suerte de cómplice abanico de desistimientos...”
Estos son uns fragmentos dun dos capítulos do Cuaderno de viaje al país natal, o titulado ‘Donde muere el Miño nace el mar: A Guarda’, froito dunha proposta do meu primeiro xornal, o Faro de Vigo, me levóu de volta ao meu país natal e á miña infancia, ao que quedaba del, ao que quedaba dela. E que logo publicóu a editorial La umbría y la solana, que destila amor pola cultura en portugués, un empeño admirabel.
Volvo agora Á Guarda para falar do libro, da viaxe, do país, do pai Miño e desta cidade abocada ao océano. Acompañanme os meus amigos máis vellos, pois coñecémonos desde a infancia, desde os sete ou oito anos, e seguimos sendo amigos, o cal é un verdadeiro miragre nestes tempos: Manuel Alonso Macías Jorreto, que foi mestre moi querido no Rosal, e o artista Din Matamoro, formidábel pintor, xunto cun amigo máis recente pero que xa callóu en mín, o fotógrafo Quique Touriño, que ten oco propio no capítulo de Gondomar. E acompáñannos tamén dous grandes artistas, Javier Lago, e Raúl Ben, aos que agradézoos de corazón que se achegaran este serán de abril ata esta beira grande do mar. Será ás 20:00 horas deste luns, 15 de abril, no salón de plenos do Concello de A Guarda.
* Xornalista, escritor, dramaturgo e poeta.
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