Argentina: El resultado de las PASO y el día después
Izquierda Socialista
En las PASO del 13 de agosto se definieron las principales candidaturas para la competencia final en las generales del 22 de octubre. El ultraderechista Milei resultó el más votado, canalizando gran parte del hartazgo popular. Un repudio que también se manifestó con once millones de personas que no fueron a votar y un millón que lo hicieron en blanco o anularon el voto.
En una mala elección, Juntos por el Cambio quedó segundo y su fórmula será encabezada por Patricia Bullrich, que derrotó en la interna a Rodríguez Larreta. El peronismo de Unión por la Patria dio la otra nota al sufrir una verdadera debacle con Massa-Grabois, haciendo su peor elección de la historia. Ambas coaliciones patronales tradicionales salieron derrotadas.
El Frente de Izquierda Unidad obtuvo 628.893 votos a presidente, siendo la lista PTS-Izquierda Socialista encabezada por Myriam Bregman y Nicolás Del Caño la que ganó ampliamente la interna del FIT Unidad, por lo que estará entre las cinco fórmulas presidenciales en octubre. Llamamos desde ahora a enfrentar el brutal ajuste devaluatorio que acaba de aplicar el gobierno en el día inmediato posterior a las elecciones, y a fortalecer al Frente de Izquierda Unidad para dar la pelea por los cambios de fondo que necesita el pueblo trabajador.
Ganó el ultraderechista Milei y dijo “no voy a tener problemas con el FMI porque el ajuste que preparo es mucho más duro”
La gran sorpresa fue el crecimiento de Milei, logrando un 30% del total de votos. Un fenómeno que no habían registrado las encuestas. Sumando a esto las derrotas del peronismo y de Juntos por el Cambio, el resultado de las PASO generó un tembladeral político, al surgir un presidenciable ultraderechista que lleva de vice a una negacionista que se dedica a defender a genocidas de la última dictadura militar, ante un gobierno que tiene que aguantar hasta diciembre aplicando el ajuste del FMI. Se auguran nuevos cambios bruscos, tanto sociales como políticos.
El voto a Milei tuvo una extensión nacional, ganando en 16 de los 24 distritos, incluso donde gobernaba el peronismo o Juntos por el Cambio. Logró el voto de jóvenes (centralmente varones) de sectores populares y de trabajadores. El voto a Milei es un voto de repudio y hartazgo completamente equivocado, ya que se trata de un político ultraderechista y reaccionario que solo puede ofrecer menos derechos, más hambre y sometimiento. Su “plan motosierra” va en contra de la clase trabajadora, las mujeres y disidencias, y de la juventud. Si a esto le sumamos que Patricia Bullrich (que solo postula mano dura y represión) encabezará la fórmula de Juntos por el Cambio, compartimos la legítima preocupación de millones que dicen “cómo puede ser que se haya llegado a tanto”, con una gran incertidumbre que abarca a todos los sectores sociales. Lali Expósito advirtió sobre el peligro de que “haya gente que vote a un anti-derechos” y el músico Catriel dijo “si los hospitales fueran todos privados yo estaría muerto”.
Pero, ¿a qué se debe este crecimiento de una figura que dice abiertamente que va a eliminar derechos esenciales, arancelando el acceso a la salud y la educación pública y gratuita, que propone la dolarización (lo que significaría la pulverización directa de los salarios y jubilaciones), además de la venta de órganos y de querer terminar con el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, entre otras barbaridades?
Esto solo se explica por el desastre al que nos han llevado los distintos gobiernos capitalistas, con más miseria y entrega, generando decepción y hartazgo que terminan capitalizando personajes sumamente peligrosos como Milei, como lo fueron antes Bolsonaro en Brasil, Vox en el Estado Español o el ultraderechista Katz en Chile, justamente quienes lo felicitaron por su triunfo.
Milei es una expresión nacional de estos fenómenos de ultraderecha que se da en otros países ante la decadencia capitalista y en repudio a esta democracia para los de arriba, precisamente cuando se cumplen “40 años de democracia” en los que gobernaron todos, radicales, peronistas en sus distintas formas, centroderechistas y centroizquierdistas, responsables de semejante desastre social.
En las PASO se ha dado este voto a una variante electoral de ultraderecha como Milei, aunque este fenómeno representa un voto dispar, contradictorio, que va desde aquellos que están de acuerdo con alguna de sus propuestas, a otros que no las comparten pero dicen “peor no vamos a estar”, “ya probamos con todos y nos llevaron al desastre” y “que se vayan todos”, creyendo en medio de una brutal confusión que Milei puede combatir a los “políticos chorros” o que representa “algo nuevo y distinto”. A tal punto es la tremenda confusión y desesperación que se opta por Milei creyendo en que representa algo nuevo, cuando nada distinto tiene con quienes nos vinieron gobernando, porque apoya a la dictadura y reivindica al gobierno peronista de los años ´90 con Menem y Cavallo (que muchos jóvenes no conocieron), que fueron quienes nos llevaron a un desastre con miles de despidos, entrega de las empresas estratégicas, un sideral endeudamiento externo y el indulto a los militares golpistas. Por eso no se trata de cualquier “voto castigo”, sino que se benefició a un personaje retrógrado, reaccionario, antiderechos, misógino y antiobrero a quien desde la izquierda llamamos decididamente a enfrentar, en las calles y en las urnas, dando el debate ante jóvenes y sectores populares confundidos que lo votaron, muchos de los cuales retroceden al ver todo lo malo que representa su nefasto programa de gobierno.
El peronismo hizo la peor elección de la historia y Larreta-Morales fueron otros de los grandes derrotados
El gran derrotado de estas PASO fue el peronismo, con Sergio Massa a la cabeza. Ni Alberto Fernández ni Cristina aparecieron en la campaña, ni en el búnker donde habló Massa agradeciendo varias veces a Grabois, la colectora que se presentó para impedir que una franja fuera a izquierda, con lo cual el resultado probablemente hubiera sido peor. También hay que destacar que Unión por la Patria perdió en Santa Cruz, la tierra kirchnerista por excelencia, donde la docencia sufre salarios de pobreza por parte de la gobernadora Alicia Kirchner que los ajusta, persigue y criminaliza al mejor estilo macrista.
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